lunes, 29 de septiembre de 2008

El jefe de urgencias del Chicago Memorial Hospital, el Dr. Joe Darrow (Kevin Costner) es un respetado experto en traumatología. Pero su dilatada experiencia profesional no le sirve de mucho cuando su mujer fallece trágicamente. Emily Darrow (Susanna Thompson), que también es médico, se encontraba en misión cuando falleció en accidente de autobús en una carretera de montaña de Venezuela. Joe no quería que hiciera el viaje, y ahora sólo puede pensar en lo que debió sufrir en sus últimos momentos de vida.
Seis meses después de su muerte, el cuerpo de Emily sigue sin aparecer y Joe está tan hundido que se ha aislado del mundo. Su trabajo empieza a sufrir las consecuencias de su situación anímica y se refugia en maratonianos turnos de 20 horas, siete días a la semana. Su comportamiento es cada vez más preocupante y el director del hospital, Hugh Campbell (Joe Morton) decide darle a Joe un descanso para que pueda superar sus problemas.
A pesar del cariño de sus amigos, de su familia y de su vecina Miriam Belmont (Kathy Bates), Joe no consigue superar el dolor por la pérdida de su mujer. Todo le recuerda a Emily, especialmente las libélulas, el amuleto personal de la joven debido a una marca de nacimiento que tenía en el hombro. Una noche, mientras se encuentra solo en la casa que compartió con ella, Joe tiene una aparición: el pisapapeles en forma de libélula que pertenecía a Emily se cae de la mesilla de noche, como si alguien lo hubiera arrojado al suelo.
Joe se siente todavía peor cuando visita a los antiguos pacientes de Emily, en el departamento de oncología pediátrica. Antes de irse a Venezuela, Emily hizo prometer a Joe que cuidaría de los niños en su ausencia. Ahora, al conocerlos, le sorprende comprobar que ellos saben muchas cosas sobre él y su vida.

Con esta película, su director Tom Shadyac,quiere reflejar que en el mundo actual, donde parece que hay una explicación empírica para todo, hace falta mucho valor para atreverse a reconocer: 'Creo en algo que ni siquiera puedo describir y es tan importante para mí como cualquier otro elemento del mundo real".
El recorrido que hace el Dr. Joe Darrow le obliga a enfrentarse con esta problemática. Este hombre, un científico disciplinado y racional, está decidido a cumplir una promesa sin importarle el precio a pagar. Su búsqueda es emocionalmente agotadora y acaba convirtiéndose en la obsesión de su vida.